25 junio 2007

Si alguien tira... alguien empuja

Si tan sólo nos quedamos pensando en las dramáticas frases de Baudrillard y aseveramos con firmeza que realmente hay un crimen, que la realidad ha sido asesinada y que el hombre vive de simulaciones, estaremos probablemente olvidando al mismo hombre.
Cierto es que ninguno de nosotros vive en un mundo que le resulta raro o complejo en demasía, nadie se frena a la hora de tener que usar algún objeto tecnológico con alguna finalidad en especial. Sucede pues que la perfecta simulación de Baudrillard queda algo oscurecida por una patente verosimilitud de las interfaces que median entre el usuario y una serie de procesos que dan origen a un objeto determinado.
En definitiva, “a algo se parecen” aquellos aparatos que ponen a nuestra disposición diversos servicios, por eso aprendemos a usarlos y nos apropiamos sin grandes problemas de lógicas y formas espaciales y temporales que no nos resultan ni extrañas ni simuladas.
Quizás el problema provenga de olvidarse que, en lo que Baudrillard podría llamar ‘creación de la simulación’ o fabricación de productos tecnológicos, también hay realidad y también hay sujetos que ponen en juego un gran conjunto de conocimientos que se ordenan en un proceso que presiona (push) una serie de valores hasta toparse con la interfaz que los sintetiza, y desde allí entonces se enganchará el usuario para tirar (pull) de ese proceso y poner el servicio que éste ofrece a su propia disposición.
Hay quizás entre estas dos esferas del hacer y del usar una brecha que Baudrillard no avizora y quizás quienes afirman la existencia de la Gen Y, tampoco. ¿No será que esta enigmática generación tan sólo ha aprendido a tirar mejor de los procesos? ¿Hay realmente una generación capaz de presionar con mayor eficiencia que sus antecesores?

No hay comentarios.: