25 junio 2007

La economía del conocimiento


"Invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios" Benjamin Franklin

Podría decirse que lo que distingue a la “economía del conocimiento” de las demás economías es el creciente papel del conocimiento como valor económico, comprado y vendido en todos los mercados. Desde fines del siglo XIX, las empresas han creado laboratorios de Investigación y Desarrollo (I+D), con el objetivo de combinar la ciencia con la producción de nuevos conocimientos, y aplicarlos a través de inversiones.
Esta nueva economía tiene como vehículo a Internet, y su reto será medir el conocimiento, su activo intangible. No sólo prevé crear conocimiento, sino también hacer uso del mismo. Se lo comienza a concebir como un bien, como una mercancía o como un servicio con valor agregado, dispuesto a ser administrado y comercializado.
Muchos coinciden en que la gestión del conocimiento será uno de los pilares de las organizaciones en un futuro no muy lejano. Así, cobra importancia el trabajo del nuevo gestor de información, que consiste globalmente en generar conocimiento y organizarlo en beneficio de las acciones que se llevan a cabo en cada organización en pro de una mayor eficacia y rentabilidad. Esta idea influye en los servicios de información (y, porqué no, en el periodismo como herramienta de difusión de la misma) que deben adaptarse y modificar su modus operandi. Deben aprovechar la sinergia de la información y esto supone una revisión exhaustiva de los cimientos de la profesión.

No hay comentarios.: